Características

Las artistas españolas del 27 reivindicaron su papel  no solo sobre su propia figura, sino sobre la vida cultural que las rodeaba. Haciendo reseñas sobre libros, opinando sobre arquitectura y formando parte de una ajetreada agenda social. Ya que en esa sociedad machista donde las mujeres estaban predestinadas a ser madres, esposas y beatas, los hombres se enfrentan a un grupo de artistas que no piden permiso, que están dispuestas al trato del tú a tú. Ellos las aceptan pero no las recuerdan, y no porque no sepan sus nombres

Este detalle puede comprobarse incluso a la hora de denominarse. Empiezan a imponerse fórmulas como “autora”, “escritora”, “pintora”...

Lo más relevante es la introducción de un perfil femenino consecuente a su realidad en sus obras. La mujer se convierte en un personaje pictórico y literario fuerte, emancipado, que lucha contra su destino. Se representan grupos de mujeres con un look moderno, fumando o en actitud intelectual. Las personalidades son fuertes e independientes y hacen suyo un espacio que, hasta el momento, solo estaba permitido a los hombres.